José Marín-Medina
Fragmento del prefacio del catálogo Arquetipos 1980-1990
Madrid, septiembre de 1990
Los resultados finales consisten en un fuerte enfoque en las emociones y en un método particular y distintivo para abordar las obras de arte. La experiencia de Alcantara en el campo de los componentes y las técnicas, así como la claridad de sus ideas, su confianza en el espíritu y su estilo sólido, hacen que su escultura sea reconocida como poderosa y profunda. Es un escultor en camino.
Pero el proceso del artista es siempre algo abierto y primario. Por más razón, esta es la forma de un autor como Andrés. Hace un tiempo, su camino dio un giro hacia nuevos esquemas, camino de nuevas obras de arte en las que prevalecen las líneas, donde el dibujo anterior, trabajado incansablemente, se aplica como herramienta coherente para crear figuras.
Simultáneamente, estas figuras ponen en movimiento una mayor complejidad mientras su caída se inclina hacia un impulso mayor. Además, su repertorio iconográfico se amplía en el espacio instrumental y arquitectónico. Existe cierta fricción entre la reacción y la resistencia. Así, en mi opinión, esta exposición de la obra de Alcántara se considerará no solo un panorama informado, una síntesis sobre la producción y el alcance real de su arte, sino también como un testimonio de los instantes fantásticos por los que el autor vivió el proceso de conformación, ponderación de sus destacados logros y, sobre todo, el equilibrio de su crecimiento, pero encontrando este nuevo horizonte tan esencial como inevitable en el que el arte auténtico se impulsa más allá de sí mismo.
(Adaptado por JMS)